domingo, 31 de agosto de 2008

El cine, los libros y la música son posiblemente tres de las grandes aficiones que compartimos la mayor parte de la gente. Desde pequeños nos ha gustado que nos cuenten historias y, algunos han llegado a ser tan afortunados de poder contar sus propias historias y transmitir a mucha gente sus sentimientos y su forma de ver la vida.A todos, nos gusten más o menos las diferentes manifestaciones del arte, nos han influenciado en algún momento, algún libro que hemos leído, una canción que oímos en algún momento especial o una película que nos gustaría ver una y otra vez, aunque sea repitiéndolas en nuetra cabeza. Todo esto nos une une de una alguna manera, por lo que con este blog sólo intento compartir aquellas cosas que he visto, leído u oído en lo que llevo de vida y que creo que os estáis perdiendo si no las conocéis o, en el caso de que las conozcáis, podáis compartir impresiones conmigo. Así, sin más presentaciones y porque me apetece empezar con una de mis películas prefereidas: "Requiem por un Sueño" ("Requiem for a dream") de Darren Aronofsky.

"Requiem por un sueño". La lucha entre la luz y la oscuridad.

Recuerdo que vi "Requiem por un Sueño" hace algunos años en cineclub organizado por unos conocidos en San Sebastián. Fuí a verla no muy seguro de qué se trataba, sabiendo únicamente que era película sobre yonkis especialmente dura, dirigida por un director independiente neoyorkino (Darren Aranofsky) y con actores bastante buenos (Jenniffer Conelly y Helen Burstyn, principalmente). El argumento de la película en sí, es bastante sencillo e incluso tópico: Tres amigos que, básicamente se meten de todo, Harry (Jared Leto), Marion (Jenniffer Connelly) y Tyrone (Marlon Wayans) y sus chanchullos para conseguir droga y dinero. Tyrone y Harry son de clase media-baja, no trabajan y tienen a veces que robar para conseguirla, mientras que Marion es la "yonki pija" que tiene una casa propia y que les saca pasta de vez en cuando a sus padres para sus "vicios". El círculo, y ahí esta la parte original de la historia, lo cierra la madre de Harry, Sara Goldfarb (Ellen Burstyn), una pobre viuda que vive sola y que adora a su hijo, aunque éste le roba a menudo para poder comprar drogas. Sara apenas tiene amigas y no sale de casa, así que también tiene sus propias adicciones para poder soportar la vida: la televisión y la comida. Su vida dará un vuelco cuando reciba una invitación para participar en un concurso . Salir en la televisión se convertirá en el motivo principal para vivir, aunque sea a costa de engancharse a las dietas, con tal de poder ponerse su viejo vestido rojo y salir guapa en la tele y que su hijo se sienta orgullosa de ella.

Así, el director establece un paralelismo intersante entre las adicciones legales (la tv, el consumismo) y las ilegales (las drogas). En el fondo todas son lo mismo y pueden destruir nuestra alma. Muchas veces es más fácil vivir en un sueño, aunque sea ridículo, saliendo, por ejemplo en un programa cutre de la tele, o vivir una vida artificial de placer pasajero y vida fácil, consumiendo y vendiendo drogas como Marion, Harry y Tyrone.

Sin embargo, se trata de una película de luces y de sombras en la que todos los personajes tienen al alcance de sus manos vivir realmente por lo que vale la pena, pero les cuesta hacerlo: Marion y Harry se aman, Sara quiere incondionalmente a su hijo y se niega a ver lo que realmente es, y Tyrone es un buen amigo, incapaz de traicionar a nadie. Estos sentimientos sencillos les salvarían, pero como nos ocurre a nosotros muchas veces somos incapaces de ver aquello que nos conviene y que tenemos al alcance de la mano y preferimos vivir en nuestros mundos imaginarios: en ser alguien que nunca podremos ser, en tener a quien nunca podremos tener o en no vivir, buscando mil excusas para no hacer nada. Entonces los sueños se convierten en una pesadilla.

En cuanto a la parte técnica, destacar que a pesar de que el resto de películas de Darren Aronofsky no me han gustado demasiado ("Pi", "La fuente de la vida" me parecieron confusas y pretenciosas) el tono de videoclip de esta es muy adecuado, la música es excelente (como podréis ver en el trailer que incluyo más abajo) y las intepretaciones increíbles. Precisamente, Ellen Burstyn fue nominada a los Óscar por el duro papel de madre que hace. Por otro parte, me impresionó especialmente una escena de Jenniffer Connelly en la que, olvidándose completamente de su novio, se abraza a una bolsa de heroína mientras sonríe. Posiblemente esta sea la escena que mejor resuma la película.

Requiem for a Dream:

Director:

Darren Aronofsky

Actores:

Ellen Burstyn: Sara Goldfarb.

Jared Leto: Harry Goldfarb

Jenniffer Connelly: Marion Silver.

Marlon Wayans: Tyrone C. Love

Christopher Mc Donald: Tappy Tibbons.

Basado en la novela de: Hubert Selby Jr.

Guión: Hubert Selby Jr (basado en su novela)

Banda sonora: Clint Massel y Kronos Quartet