domingo, 28 de septiembre de 2008

El Jugador, de Fyodor Dostoievsky

Hola a todos otra semana más. Hoy toca comentar y recomendar un libro que me leí hace bastante tiempo, la última vez hace unos diez años, pero del que me acuerdo bastante bien, sobre todo en cuanto a la sensación final que me dejo y sigo sintiendo cada vez que me acuerdo de el. El argumento lo recuerdo a grandes rasgos, lo que es bueno ya que así evitó la tentación de destrozar la lectura del libro por si alguien tiene curiosidad de leérselo.

La historia del libro es en gran parte autobiográfica. Refleja una parte de la vida de Dostoievsky, personificada en su alter ego en la ficción Alexei Ivanovich, dominada por el juego y el amor (no correspondido). Dostoievsky no tuvo una vida muy ordenada que digamos, y pasó buena parte de su vida de un casino en otro por Europa hasta quedarse arruinado. Durante esa etapa también persiguió, con poco éxito, a una de las mujeres de su vida, Apolinaria Suslova (Polina en el libro) en una relación con muy poco futuro, pero en la que se empeñó. En fin, cosas que suelen suceder ya que el amor, tanto hacia otra persona, como hacia uno mismo, como hacia un objetivo, trabajo, estudios, una causa, es el motor que mueve nuestras vidas, aunque también, como en esta historia, puede ser el camino hacia la destrucción. Y esta es una de las sensaciones que deja este pequeño libro de "El Jugador", que puede leerse perfectamente en una tarde: como un sentimiento tan noble en apariencia como el amor puede hacer tanto mal a una persona y llevarla hacia la autodestrucción.

La otra sensación que me quedó grabada fue la de la rebeldía o la de la capacidad que tenemos para rebelarnos: Alexei Ivanovich es un rebelde, pero no tiene el valor para rebelarse. Instructor de una familia de la nobleza rusa del Siglo XIX les acompaña durante sus viajes por Europa malgastando su patrimonio en el juego. Alexei se da perfecta cuenta que llevan (incluso él mismo) una vida de parásitos, de espaldas a la realidad y viviendo una vida vacía y sin lujo. Hay momentos en los que hay esperanza en los que parece que va a romper con todo ese absurdo mundo y que el amor le redimirá, pero finalmente se limitará a ser un mero cronista de su decadencia y la del mundo que le rodea. Puede parecernos una actitud bastante despreciable, pero no es demasiado diferente a la que tenemos muchas veces el resto de la gente. Sabemos donde está el bien, lo que está mal y cómo cambiarlo, pero sencillamente no nos atrevemos a dar el paso hacia la acción,.... aunque lo tengamos en la punta de los dedos.





sábado, 20 de septiembre de 2008

La balada del mar salado


Hola a todos. Como cada semana toca hacer un pequeño comentario/recomendación sobre algún libro, película o canción que nos ayude a pasar mejor la semana, por lo menos, o la vida en el mejor de los casos.

Hoy dejaremos las películas para hablar de un género que está a mitad de camino entre el cine y la literatura: el cómic. Es cierto que puede que exista una idea del cómic como algo para niños o, en el caso de personas adultas, para frikis. Esto puede que sea cierto en algunos casos porque el "frikismo" abunda entre las personas adultas aficionadas a los comics, pero también hay que tener en cuenta que nos encontramos ante un medio de expresión artístico que tiene a menudo una calidad muy alta y en el que se funden buenos dibujos buen guion y un ritmo cinematográfico con primeros planos, contraplanos, etc....

Tampoco soy una persona que coleccione muchos comics y muy experta en los mismos. Sin embargo, sí tengo algunos autores preferidos, y, por encima de todos ellos, a Hugo Pratt, sobre todo conocido por la serie de Corto Maltés (Corto Maltese en el original), aunque su obra abarque otras temáticas y personajes.

Las historias de Hugo Pratt (Rimini (Italia), 1927, Grandvaux (Suiza), 1995) recuerdan a la buena literatura de aventuras que a penas se ve ahora, de autores como Joseph Conrad, Hermann Melville, C. Scott Forester (con la serie sobre el capitán Hornblower) o mi paisano y escritor de cabecera Pío Baroja con su serie de novelas sobre el mar ("Las inquietudes de Shanti Andia", "Los pilotos de altura"," La estrella del capitán Chimista", El laberinto de las sirenas" , por ejemplo). Todos ellos cuentan historias de personajes fuertes y solitarios enfrentados a un medio duro (el mar) que les imprime carácter.

La serie de comics sobre Corto Maltés tratan sobre un pirata aventurero nacido en Malta, pero sin patria fija, inglés por parte de padre y español por madre, una gitana sevillana que se fue a vivir a Gibraltar. Sus aventuras le llevarán desde el Pacífico durante la primera guerra mundial ("La balada del mar salado") hasta los comienzos del fascismo en Italia ("Fábula en Venecia"). Una vez más vemos que el autor refleja en sus personajes parte de sí mismo, ya que el creador de Corto Maltés también tuvo una biografía digna de una novela:

Hugo Pratt en Venecia

Hugo Pratt nació en Rimini, aunque se crió en Venecia, ciudad que siempre consideró como suya. Hijo de madre de origen judío Sefardí y padre de familia inglesa, emigró siendo adolescente a la colonia italiana de Etiopía donde su padre fue destinado como militar y el propio H. Pratt sirvió, con 14 años solamente, en el cuerpo de policía colonial italiano. Tras la derrota italiana en Etiopía, donde su padre murió en un enfrentamiento con los británicos, fue hecho prisionero e internado en un campo de prisioneros italianos, siendo allí donde comenzó a hacer dibujos y, posiblemente, a fraguar parte de las historias que empezaría a publicar a partir de los años 60. Después de una temporada como prisionero de guerra, volvió a Italia donde sirvió para el gobierno pro-aliado del Sur, estando a punto de se ejecutado por tropas de las SS en una de sus misiones. De estos movidos años, Hugo Pratt publicó libros gráficos como "Morgan" (sobre misiones del Special Air Service en Italia) y "Los Escorpiones del desierto" y, sobre todo, la excelente "En un cielo lejano", sobre la guerra entre británicos e italianos en Somalia y Etiopía en 1941. De esta última, tendré que escribir en alguna ocasión ya que se merece un comentario aparte por ser una de las mejores historias de aventuras, cumplimiento del deber, amistad y amores imposibles, que recuerde.

"En un cielo lejano". Una historia de pilotos de combate durante la guerra de Etiopía
entre británicos e italianos

Posteriormente, Hugo Pratt emigraría de Italia a Argentina donde se casó y empezó a publicar comics, volviendo a Italia en los años 60 debido al deterioro de la situación política y económica en el país sudamericano. Allí, en 1965, con una vida mucho más tranquila e instalado en su querida Venecia, empezaría la serie de Corto Maltés que se prolongaría hasta los años 80.

Los comics de Corto Maltés y la obra de Hugo Pratt, en general, aparte de ser excelentes historias de aventuras, también son una guía para la vida, como lo son las obras de Joseph Conrad o Pío Baroja. Son lecturas para todos los públicos, pero sobre todo para adolescentes que están definiendo su educación moral. No se me ocurren mejores principios para chavales de 14 años que los de un Corto Maltés, el perfecto antihéroe: pirata, mercenario y persona que no se somete a disciplina alguna, pero que jamás traiciona a sus amigos ni compañeros, aunque éstos sean piratas y criminales, y que siempre defenderá al más débil. Un hombre que sigue a su corazón y que sabe que sólo dependemos de nosotros mismos para salvarnos("Una gitana me leyó la mano y dijo que no tenía línea de la fortuna. Cogí la navaja de mi padre y me hice yo mismo una"). Frente a ellos destacan también otros personajes honestos, pero trágicos por estar atrapados en su propia moral que ya no va con los tiempos que les han tocado vivir. Hombres como el teniente de navío alemán Slutter (en "La balada del mar Salado") o el piloto Pietro Bronzi (en "En un Cielo Lejano") anteponen el deber y el honor a su felicidad personal y al amor, sirviendo como "la piel del tambor" (como diría Pérez Reverte) de las glorias de los poderosos a los que sirven, que finalmente les dejan tirados. Son personajes buenos y honorables que hacen verdad la frase del Cantar del Mío Cid: "Que buen Vasallo si tuviera un buen Señor". Y es que, como suele ocurrir en la vida real, el poder es la mayor fuente de corrupción y de maldad y destrucción conocida.

Respecto a la imagen de las mujeres en los libros de Hugo Pratt, son personajes fuertes e independientes, pero fuente de quebraderos de cabeza y de corazón: Corto Maltés les atrae, pero no es el tipo de hombre con el que se comprometería nadie, así que sus relaciones no duran demasiado: tiene una vida demasiado inestable. Por otro lado, los personajes honestos y cumplidores del deber, les son más atractivos, pero éstos huyen de la felicidad y acaban en la tragedia por su trasnochado sentido del honor ("Los ingleses me ejecutan por haber hundido barcos británicos, y los alemanes lo hubiesen hecho por haber desobedecido estas órdenes, eso sí, que no me falte el capellán antes de mi ejecución", dice el teniente Slutter cuando se despide de su querida Pandora en "La balada del Mar Salado").

Como de costumbre, os recomiendo que intentési no perderos este libro, el primero de Corto Maltés y, para mi gusto, el mejor de los que he leído. Os dejo una de mis partes favoritas, para que veais que Corto sabe encajar los desengaños amorosos como un caballero(si hacéis click encima podréis ver la página en tamaño grande):


domingo, 14 de septiembre de 2008

El Hundimiento: Los malos jefes

Hola a todos de nuevo. Como prometí, cada semana intentaré hacer el comentario de una película que creo que valga la pena ver, tanto se haya estrenado, como sí es de los años 30. No me olvido de los libros y de la música, pero tengo muchas cosas que recomendaros y, bueno, dependo de lo que me apetezca escribir cada semana y de lo inspirado que esté. En fin, que este blog lo hago por afición y para descansar un poco del "más profesional" que tengo, que me exige mayor esfuerzo.

La peli que toca esta semanda es "El Hundimiento" ("Der Untergang") una obra muy interesante por muchos motivos: En primer lugar, lo más obvio es que se trata de la primera versión que dan los propios alemanes sobre los últimos días de la vida del dictador que arrastró a Alemania y al resto del mundo hacia la mayor destrucción conocida en la historia de la humanidad. Ya se habían hecho algunas versiones por parte de los vencedores de la guerra (USA y Reino Unido) más o menos fieles a la realidad ("Hitler: los últimos diez días" con Alec Guinness interpretando a Hitler o la serie de tv "El Bunker", esta vez con Anthony Hopkins haciendo del führer). La primera película la recuerdo muy bien y no está mal, dan una visión de Hitler bastante buena, aunque un poco caricaturizada, mostrándole como un burgués maniático casi con demencia senil. Me gustó la escena en la que, cuando se suicida, los generales se ponen a fumar aliviados (Hitler era anti-tabaco y tenía prohibido terminantemente a cualquiera fumar, no sólo en su presencia, sino en los lugares donde trabajase o viviese). En cuanto a la segunda, está bien, no la recuerdo tanto, pero por el formato televisivo, se acercaba muchas veces al documental.

Respecto a la visión alemana, es la mejor que se ha hecho de momento ya que huye de caer en la caricatura y muestra a Hitler como era realmente: una persona como cualquier otra, pero con una grave enfermedad moral: la soberbia. Efectivamente, la película recibió críticas por mostrar una faceta humana de Hitler, es decir, una persona capaz de tener gestos amables con sus secretarias y subordinados e incluso de que alguien, Eva Braun, pudiese estar tan enamorada de él que incluso querere compartir su destino suicidándose. Esta es una imagen alejada de la que muestre a Hitler como una especie de ser sobrenatural con poderes demoniacos, cercana a la imagen del demonio en la tierra. Eso no quiere decir que Hitler fuese una buena persona, que no lo era, sino que simplemente era alguien con un inmenso poder y con la capacidad de llevar a cabo sus proyectos sin límite alguno. Precisamente, esto es lo más preocupante del filme, el hecho de la idea que subyace de que cualquier persona con un poder absoluto es capaz de lo peor ya que todos tenemos una idea de lo que es bueno, que no tiene que coincidir necesariamente con lo que es la bondad para el resto de la gente. Así, ninguno de los grandes dictadores que han existido tenía conciencia de que estaban haciendo el mal: Stalin, Pol Pot, Lenin, Mao o Castro lo hacían por el bien del pueblo o del socialismo, mientras que Hitler, Mussolini o Franco lo hacían por el bien de Alemania, Italia o España, creyéndose con una especie de Derecho Divino para hacerlo. El fin justificaba los medios y si para ello había que acabar con razas o grupos de gente por completo, no importaba, nadie se lo impedía ni les iban a pedir cuentas, además de que sólo recibían alabanzas y nadie tenía el valor suficiente para criticarles. En este sentido, "El Hundimiento" parece explicar por qué los alemanes(como podría haberlo hecho otro pueblo) siguieron a Hitler casi hasta el final (la rendición del Reich por parte del sucesor de Hitler, el almirante Dönitz, se produjo apenas una semana después del suicidio de Hitler): es más cómodo obedecer que mandar y, si, además, eres un poco pelota, los jefes saben ser generosos. En el führerbunker nadie realmente se atreve a echarse en cara no haberle parado a Hitler los pies a tiempo porque todos han obtenido algún beneficio por estar cerca del poder. De este modo, uno de los generales más próximos, Hans Krebs, dice en un momento que no vale la pena decirle la verdad a Hitler, porque acabaría en el ostracismo como Guderian, el padre de las fuerzas acorazadas alemanas y el único general que se atrevió a discutir la estrategia del "Jefe". Con este panorama, Adolf Hitler, una persona soberbia ya de por sí, al que llevaban 12 años diciéndole que era lo mejor que había ocurrido a Alemania en toda su historia, no conoce la realidad y sigue insistiendo en poder ganar la guerra, moviendo divisiones imaginarias sobre un mapa, sin darse cuenta que a esa situación había llegado por su culpa, al rodearse de aduladores y haber expulsado a los críticos. Todas esas personas, Keitel, Jodl, Goering, Himmler,... cuando comprueban que está acabado le traicionan porque ya no puede ofrecerles más, es un fracasado como en su juventud, la condición de la que siempre quiso escapar durante toda su vida, desde que fracasó como pintor. Es una parte en la que el propio Bruno Ganz, actor que magistralmente le intepreta, declaró que sintió lástima por el personaje que interpretaba, y que es equiparable a lo que puede sentir cualquier persona cuando se derrumba la imagen que tenemos de nosotros mismos, y nos damos cuenta que realmente no hemos hecho nada en la vida y hemos fracasado: ese es el Hundimiento.

En cuanto al título que le he dado a este post, "los malos jefes", creo que lo que cuenta "El Hundimiento" es aplicable a aspectos que vemos cotidianamente en nuestras vidas. Tanto en política, en la Universidad, en la familia y en la vida laboral se pueden ver gente como Hitler y sus generales: personas tiránicas y "lameculos" o simplemente gente que no admite críticas y otros que ni se molestan en hacerlas porque el que manda es el que manda (el Führer es el Führer como dicen en la película). Está claro que la jerarquía es necesaria, pero la sana crítica también y nadie debería tener menos autoridad por retractarse, aunque sea él el que mande y un subordinado sea el que le saque la razón, cosa que Hitler no admitía. Generalmente ese tipo de personas son las que luego echan la culpa del fracaso a los demás, como también ocurre en "El Hundimiento" y la famosa escena en la que Hitler se da cuenta que ha perdido la guerra y echa la culpa a sus generales y al pueblo alemán que no han sabido estar a su altura,...

En cuanto a la parte técnica, la película está muy bien, aunque le sobran unas cuantas escenas al final, notándose a veces que estamos ante una producción europea, que en ocasiones se aproxima al formato de una mini serie de tv de lujo que a una película propiamente dicha. Hay escenas en las que se juega magistralmente con la claustrofobia del bunker, pero creo que podrían estar mejor aprovechado el escenario ya que a veces se desvían mucho hacia tramas paralelas sin mucho interés. A pesar de esto, la película destaca por el enfoque y las interpretaciones, especialmente la de Bruno Ganz como Hitler y la de la bellísima actriz rumana Alexandra Maria Lara (papel que le sirvió para despegar profesionalmente ya que ahora ha hecho una película con Coppola incluso) como Traudl Junge, una de las secretarias personales de Hitler y, de los pocos testigos que pudo sobrevivir a la batalla de Berlin y que fue testigo de la muerte de Hitler. Es muy acertada la introducción y el epílogo de la película con la verdadera Traudl Junge anciana contando sus experiencias y por qué entró a trabajar para Hitler y no se sintió culpable por ello hasta muchos años después terminada la guerra. Está claro que en aquellos años para una chica joven y lista como Traudl trabajar para la persona más poderosa de Alemania era un éxito profesional y así lo vio. Sin embargo, años más tarde cuando vio una placa conmemorativa de Shopie Scholl, una joven alemana de su edad que fue ejecutada en 1943 por resistirse al régimen nazi, se dio cuenta que nadie debería poner como excusa el no saber o que lo que haga no va a servir de nada porque todos tenemos en nuestras manos cambiar el mundo a mejor con nuestra familia, trabajo, etc....

El Hundimiento (Der untergang)

Director: Oliver Hirschbiegel

Bruno Ganz: Adolf Hitler

Alexandra Maria Lara: Traudl Junge

Thomas Kreschtman: SS Gruppenführer Herman Fegelein

Juliane Köhler: Eva Braun

Ulrich Matthes: Joseph Goebels

Heino Ferch: Albert Speer

Corinna Harfausch: Magda Goebels

Christian Berkel: Profesor Ernst Günther Schenk

Donevan Gunia: Peter Kranz

y muchos más,....


Producción: Constantin Films.

Música: Stephan Zacharias




martes, 2 de septiembre de 2008

Holocausto Caníbal


Hola de nuevo. Gracias a los que hicisteis comentarios por la anterior entrada. Espero que veais la película. La verdad es que vale la pena.

Hoy cambiamos de tercio y pasamos a hablar de Zine (lo pongo con Z por entrar dentro de la serie Z). Este cine suele denominarse como de "Exploitation", es decir, cine generalmente de muy baja calidad hecho con poco dinero, que suele tener un contenido morboso para atraer al público. Es un cine que se desarrolló sobre todo en los años 70 cuando todavía se podían encontrar cines de sesión continua (los Grindhouse como los llamaban en EEUU) y en los que se exhibían 2 o 3 películas por el precio de una. Actualmente ya no se hace serie Z como antes, aunque el cine de usar y tirar sigue teniendo su hueco en el mercado de "directo al videoclub". En fin, estas películas de serie Z o serie B de poco presupuesto hechas hace 20 o 30 años se ven con nostalgia en la actualidad ya que muchas de ellas eran de lo más inocente y eran, de alguna manera, honradas ya que daban al público lo que se pedía, ya sea aventuras, ciencia ficción, terror o erotismo suave. Muchos os acordaréis de cuando eramos pequeños y ponían en el cine del colegio o un sábado por la tarde en la tele películas de terror de la Hammer, Spagetti Westerns, o incluso pelis de Jess Franco y Juan Piquer Simón (La isla de los Monstruos, Viaje al Centro de la Tierra o Cinco Semanas en Globo, por ejemplo).

Sin embargo, a pesar de que esta forma de hace cine ha sido homenajeada/plagiada con bastante éxito por Quentin Tarantino y Robert Rodríguez en "Planet Terror" y "Death proof", no me interesa "Holocausto Caníbal" tanto por ser una exploitation o serie Z (que de hecho lo es), sino porque en el fondo se trata de una buena película y, a su manera, todo un clásico muy por encima del cine en que tiene su origen.

Holocausto Caníbal: el corazón de las tinieblas

Holocausto Caníbal (Ruggero Deodato, 1980) es una película italiana del género "mondo cannibale" o conocido simplemente como "mondo", películas o pseudo-documentales sensacionalistas y morbosos aparentemente reales, aunque incluían ficción e inexactitudes de bulto. Se centraban en destacar costumbres de tribus primitivas tratando temas como el canibalismo, ritos sangrientos, sexo, .... No hace falta decir (no he visto ninguna de estas películas enteras aunque sí algún vídeo perdido por internet) que más que divulgativos lo que querían era atraer a un público con ganas de "emociones fuertes". Así, Holocausto Caníbal comparte muchas características de estos documentales: movimientos de cámara al hombro, realismo en las imágenes, lugares exóticos, tribus perdidas con costumbres sangrientas, etc...

El argumento, en resumidas cuentas, tiene dos partes diferentes: Comienza la película con una expedición de un científico norteamericano al Amazonas en busca de un grupo de periodistas/aventureros que pretendía encontrar a la tribu perdida de los Yamomanos y que había desparecido sin dejar rasto alguno. El profesor Monroe encuentra unas cintas en la selva rodadas por los propios exploradores donde van narrando su viaje. Vuelve con ellas a Nueva York, con el encargo de los jefes de los desaparecidos en la jungla de hacer a su vez otro documental para homenajear a los héroes que se supone muertos (y de paso ganar dinero con la exclusiva), pero según vayan viendo el material recuperado surgirán sorpresas,.....

A pesar que han pasado casi treinta años desde su (fallido) estreno, la película sigue impresionando, y no tanto por las imágenes sangrientas (los trucos sanguinolentos que se utilizan son un poco caseros vistos hoy en día), sino por el tono general que el director supo darle. Es en definitiva un puñetazo en el estómago ya que es una película inmoral se coja por donde se coja. Y no digo inmoralidad como algo peyorativo, sino como lo que quiere reflejarse realmente en la misma. Los Yamomanos no son los buenos salvajes no contaminados por la civilización que el profesor Monroe quiere ver, sino que se limitan a sobrevivir, siendo más parecidos a animales que a hombres. Sin embargo, éstos aunque sean crueles, son honestos, al contrario que los periodistas exploradores que desaparecen en la selva guiados únicamente por la codicia y por conseguir un reportaje de éxito cueste lo que cueste. También he titulado este párrafo como "El corazón de las tinieblas" porque esta película siempre me ha recordado a la obra de Joseph Conrad (en cuyo libro se basó también "Apocalypse Now"). Así, los personajes del mundo civilizado van embruteciéndose más según van alejándose de la civilización que, en este caso, cumple una mera función de "conveniencia social", es decir, los protagonistas muestran una pose de héroes y personas "buenas" cuando son entrevistados en el último pueblo antes de la jungla o al hablar para el mundo "civilizado" cuando se dirigen a la cámara. Sin embargo, su comportamiento fuera de estos casos, en medio del Amazonas donde nadie que les puede pedir responsabilidades y no hay ley, es bien diferente. Son, en definitiva, personas sin una moral verdadera, siendo su único principio el hacerse famosos y ganar dinero cuando vuelvan a casa.

En este sentido, Ruggero Deodato dijo que la idea para hacer "Holocausto Canibal" se la dio una serie de reportajes de la televisión italiana sobre las "Brigadas Rojas" en los que los periodistas sacrificaban la información veraz a cambio de destacar sangrientos y morbosos. Evidentemente está daba más dinero, y esto no hace falta dedir que en el siglo XXI se aplica esta filosofía aún más.

La Polémica de "Holocausto Canibal": Una película dentro de otra película

Una de las cosas más flipantes de "Holocausto,...." es la increíble aventura que tuvo pasar esta película hasta que pudo ser finalmente estrenada en Italia primero y luego en el resto del mundo. Hoy en día ha pasado de una situación casi clandestina a que hayan sacado incluso ediciones especiales con comentarios del Director. Sin embargo, esto no fue así al principio, e incluso hoy sigue prohibida en países bastantes difererentes entre sí (por ejemplo, en ¡Filipinas y en Islandia).

La historia ya comenzó en el rodaje en Colombia donde Ruggero Deodato aprovechó parte de los decorados y producción de la excelente película "Queimada" de su compatriota Gillo Pontecorvo, con Marlon Brando de protagonista. Existen varias anecdotas bastante curiosas sobre el rodaje: los actores no sabían a lo que iban a rodar para dar más verosimilitud a la trama, se tuvo que contratar a todo un burdel local para hacer una escena con indias desnudas, se utilizó a parte del equipo técnico italiano como indios porque algunos nativos se negaron a realizar ciertas escenas (eso sí, bien cubiertos de barro para que no se notase tanto el origen europeo, aunque se nota de hecho) y, como parte cruel, una escena en la que había que matar a una especie de hurón, no le acababa de convencer al director, así que tuvieron que repetirla varias veces, matando a un animal distinto en cada toma,....

Sin embargo, lo bueno empieza con el estreno en Milán en 1980. Tras este, un juez local decidió detener a Ruggero Deodato y secuestrar la película con la acusación de ¡asesinato! Efectivamente, Su Señoría consideró que la película era una genuina "snuff movie" y que los actores eran asesinados de verdad,.... Esto era agravado por el hecho de que Ruggero Deodato había hecho firmar a sus actores un contrato con una cláusula por la cual se comprometían a no acudir a ningún acto relacionado con la película. Así se reforzaba su apareciencia de realismo. Otra escena que generó mucha polémica y que se consideró un asesinato de verdad, fue el empalamiento de una Yamomano que aparece en la foto que incluyo arriba. La acusación consideraba que la muerte era cierta visto el realismo de la escena, y la defensa de Deodato era más difícil porque utilizó a una voluntaria colombiana que estaba ilocalizable,.... En fin, que al final, tras muchas peripecias, se llegó al juicio y el bueno de Ruggero salió absuelto, llevando a la vista a los actores supuestamente asesinados y explicando el truco del empalamiento: a la actriz se le sentó en un sillín de bicicleta y se le hizo sostener un palo con la boca para simular el empalamiento.

Aquí parece que llegamos a un final feliz ante la Justicia italiana, pero los jueces no desansan y estaban dispuestos a que nuestro amigo Ruggero no se les escapase "vivo". Así, se dieron cuenta que se producían también otro tipo de muertes en la peli, y esta vez reales: las de varios animales. Por aquel entonces ya había en Italia leyes contra el maltrato de animales, así que se impuso una fuerte multa a la productora y al director y también se intentó la no distribución de la película, aunque finalmente se estrenaría comercialmente en Italia en 1984, cuatro años después de su primer estreno. En cuanto a otros países, aparte de aquellos en los que sigo hoy prohibida, también hubo problemas: en EEUU se estrenó una versión cortada (sólo en cuanto a las escenas de crueldad contra animales) y en Gran Bretaña no se distribuyó hasta el 2001 una versión fuertemente censurada. En España hubo cierta polémica con un reportaje sensancionalista en Interviú donde se hablaba de cine italiano donde mataban a gente de verdad, pero se estrenó finalmente, aunque donde ha tenido éxito es el mercado del vídeo y, sobre todo con la última edición dvd, que incluso ha aparecido en coleccionables en los kioskos.

Concretamente, yo vi esta película en 1998 en una copia VHS inmunda que acabé encontrando tras preguntar en varios videoclubs de San Sebastián (la tenían en la sección de pelis porno, por cierto). Hace un año la volví a ver en una copia bastante calidad que me bajé del Ares, para refrescarme un poco la memoria.

Como dato curioso, los americanos están pensando hacer un remake de esta peli que piensan titular "Cannibals". En fin, me temo lo peor. Por favor, no mancillen innecesariamente la memoria de los grandes maestros del cine B y Z italiano (o spagetti-Gore) Ruggero Deodato, Lucio Fulci o el incalificable Joe D´Amato (el hermano secreto italiano de nuestro Jess Franco). Espero que el bueno de Ruggero Deodato (que tiene más de 70 tacos) se lleve un buen pellizco porque su carrera cinematográfica no ha sido tampoco la leche que digamos, aunque le sonase la flauta con el clásico que estamos comentando. Como muestra, una de las últimas cosas que ha hecho fue una serie para la tele italiana en 1998 con el deteriorado Bud Spencer de protagonista y que sólo duro 6 episodios y que, por lo que sé, es ignota en España. Otro dato curioso, y un poco friki también, dicho sea de paso, es que aparece en un cameo de la prescindible "Hostel 2" de Eli Roth donde sale comiéndose la pierna de un tío mientras oye ópera y se bebe un vaso de vino (italiano, como debe ser en este caso).

En fin, hasta otra, espero que hayáis disfrutado este post y que os animéis a ver la peli.

"Cannibal Holocaust"

Director: Ruggero Deodato

Actores:

Robert Kerman: Profesor Harold Monroe.

Carl Grabiel Yorkes: Alan Yates

Francesca Ciardi: Faye Daniels

Perry Pirkanen: Jack Anders

Luca Barbareschi: Mark Tomaso

Salvatore Basille: Chaco "Losojos"

Guión: Gianfranco Clerici

Música: Riz Ortolani