domingo, 14 de septiembre de 2008

El Hundimiento: Los malos jefes

Hola a todos de nuevo. Como prometí, cada semana intentaré hacer el comentario de una película que creo que valga la pena ver, tanto se haya estrenado, como sí es de los años 30. No me olvido de los libros y de la música, pero tengo muchas cosas que recomendaros y, bueno, dependo de lo que me apetezca escribir cada semana y de lo inspirado que esté. En fin, que este blog lo hago por afición y para descansar un poco del "más profesional" que tengo, que me exige mayor esfuerzo.

La peli que toca esta semanda es "El Hundimiento" ("Der Untergang") una obra muy interesante por muchos motivos: En primer lugar, lo más obvio es que se trata de la primera versión que dan los propios alemanes sobre los últimos días de la vida del dictador que arrastró a Alemania y al resto del mundo hacia la mayor destrucción conocida en la historia de la humanidad. Ya se habían hecho algunas versiones por parte de los vencedores de la guerra (USA y Reino Unido) más o menos fieles a la realidad ("Hitler: los últimos diez días" con Alec Guinness interpretando a Hitler o la serie de tv "El Bunker", esta vez con Anthony Hopkins haciendo del führer). La primera película la recuerdo muy bien y no está mal, dan una visión de Hitler bastante buena, aunque un poco caricaturizada, mostrándole como un burgués maniático casi con demencia senil. Me gustó la escena en la que, cuando se suicida, los generales se ponen a fumar aliviados (Hitler era anti-tabaco y tenía prohibido terminantemente a cualquiera fumar, no sólo en su presencia, sino en los lugares donde trabajase o viviese). En cuanto a la segunda, está bien, no la recuerdo tanto, pero por el formato televisivo, se acercaba muchas veces al documental.

Respecto a la visión alemana, es la mejor que se ha hecho de momento ya que huye de caer en la caricatura y muestra a Hitler como era realmente: una persona como cualquier otra, pero con una grave enfermedad moral: la soberbia. Efectivamente, la película recibió críticas por mostrar una faceta humana de Hitler, es decir, una persona capaz de tener gestos amables con sus secretarias y subordinados e incluso de que alguien, Eva Braun, pudiese estar tan enamorada de él que incluso querere compartir su destino suicidándose. Esta es una imagen alejada de la que muestre a Hitler como una especie de ser sobrenatural con poderes demoniacos, cercana a la imagen del demonio en la tierra. Eso no quiere decir que Hitler fuese una buena persona, que no lo era, sino que simplemente era alguien con un inmenso poder y con la capacidad de llevar a cabo sus proyectos sin límite alguno. Precisamente, esto es lo más preocupante del filme, el hecho de la idea que subyace de que cualquier persona con un poder absoluto es capaz de lo peor ya que todos tenemos una idea de lo que es bueno, que no tiene que coincidir necesariamente con lo que es la bondad para el resto de la gente. Así, ninguno de los grandes dictadores que han existido tenía conciencia de que estaban haciendo el mal: Stalin, Pol Pot, Lenin, Mao o Castro lo hacían por el bien del pueblo o del socialismo, mientras que Hitler, Mussolini o Franco lo hacían por el bien de Alemania, Italia o España, creyéndose con una especie de Derecho Divino para hacerlo. El fin justificaba los medios y si para ello había que acabar con razas o grupos de gente por completo, no importaba, nadie se lo impedía ni les iban a pedir cuentas, además de que sólo recibían alabanzas y nadie tenía el valor suficiente para criticarles. En este sentido, "El Hundimiento" parece explicar por qué los alemanes(como podría haberlo hecho otro pueblo) siguieron a Hitler casi hasta el final (la rendición del Reich por parte del sucesor de Hitler, el almirante Dönitz, se produjo apenas una semana después del suicidio de Hitler): es más cómodo obedecer que mandar y, si, además, eres un poco pelota, los jefes saben ser generosos. En el führerbunker nadie realmente se atreve a echarse en cara no haberle parado a Hitler los pies a tiempo porque todos han obtenido algún beneficio por estar cerca del poder. De este modo, uno de los generales más próximos, Hans Krebs, dice en un momento que no vale la pena decirle la verdad a Hitler, porque acabaría en el ostracismo como Guderian, el padre de las fuerzas acorazadas alemanas y el único general que se atrevió a discutir la estrategia del "Jefe". Con este panorama, Adolf Hitler, una persona soberbia ya de por sí, al que llevaban 12 años diciéndole que era lo mejor que había ocurrido a Alemania en toda su historia, no conoce la realidad y sigue insistiendo en poder ganar la guerra, moviendo divisiones imaginarias sobre un mapa, sin darse cuenta que a esa situación había llegado por su culpa, al rodearse de aduladores y haber expulsado a los críticos. Todas esas personas, Keitel, Jodl, Goering, Himmler,... cuando comprueban que está acabado le traicionan porque ya no puede ofrecerles más, es un fracasado como en su juventud, la condición de la que siempre quiso escapar durante toda su vida, desde que fracasó como pintor. Es una parte en la que el propio Bruno Ganz, actor que magistralmente le intepreta, declaró que sintió lástima por el personaje que interpretaba, y que es equiparable a lo que puede sentir cualquier persona cuando se derrumba la imagen que tenemos de nosotros mismos, y nos damos cuenta que realmente no hemos hecho nada en la vida y hemos fracasado: ese es el Hundimiento.

En cuanto al título que le he dado a este post, "los malos jefes", creo que lo que cuenta "El Hundimiento" es aplicable a aspectos que vemos cotidianamente en nuestras vidas. Tanto en política, en la Universidad, en la familia y en la vida laboral se pueden ver gente como Hitler y sus generales: personas tiránicas y "lameculos" o simplemente gente que no admite críticas y otros que ni se molestan en hacerlas porque el que manda es el que manda (el Führer es el Führer como dicen en la película). Está claro que la jerarquía es necesaria, pero la sana crítica también y nadie debería tener menos autoridad por retractarse, aunque sea él el que mande y un subordinado sea el que le saque la razón, cosa que Hitler no admitía. Generalmente ese tipo de personas son las que luego echan la culpa del fracaso a los demás, como también ocurre en "El Hundimiento" y la famosa escena en la que Hitler se da cuenta que ha perdido la guerra y echa la culpa a sus generales y al pueblo alemán que no han sabido estar a su altura,...

En cuanto a la parte técnica, la película está muy bien, aunque le sobran unas cuantas escenas al final, notándose a veces que estamos ante una producción europea, que en ocasiones se aproxima al formato de una mini serie de tv de lujo que a una película propiamente dicha. Hay escenas en las que se juega magistralmente con la claustrofobia del bunker, pero creo que podrían estar mejor aprovechado el escenario ya que a veces se desvían mucho hacia tramas paralelas sin mucho interés. A pesar de esto, la película destaca por el enfoque y las interpretaciones, especialmente la de Bruno Ganz como Hitler y la de la bellísima actriz rumana Alexandra Maria Lara (papel que le sirvió para despegar profesionalmente ya que ahora ha hecho una película con Coppola incluso) como Traudl Junge, una de las secretarias personales de Hitler y, de los pocos testigos que pudo sobrevivir a la batalla de Berlin y que fue testigo de la muerte de Hitler. Es muy acertada la introducción y el epílogo de la película con la verdadera Traudl Junge anciana contando sus experiencias y por qué entró a trabajar para Hitler y no se sintió culpable por ello hasta muchos años después terminada la guerra. Está claro que en aquellos años para una chica joven y lista como Traudl trabajar para la persona más poderosa de Alemania era un éxito profesional y así lo vio. Sin embargo, años más tarde cuando vio una placa conmemorativa de Shopie Scholl, una joven alemana de su edad que fue ejecutada en 1943 por resistirse al régimen nazi, se dio cuenta que nadie debería poner como excusa el no saber o que lo que haga no va a servir de nada porque todos tenemos en nuestras manos cambiar el mundo a mejor con nuestra familia, trabajo, etc....

El Hundimiento (Der untergang)

Director: Oliver Hirschbiegel

Bruno Ganz: Adolf Hitler

Alexandra Maria Lara: Traudl Junge

Thomas Kreschtman: SS Gruppenführer Herman Fegelein

Juliane Köhler: Eva Braun

Ulrich Matthes: Joseph Goebels

Heino Ferch: Albert Speer

Corinna Harfausch: Magda Goebels

Christian Berkel: Profesor Ernst Günther Schenk

Donevan Gunia: Peter Kranz

y muchos más,....


Producción: Constantin Films.

Música: Stephan Zacharias




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