domingo, 18 de abril de 2010

An Education


Después de bastante tiempo sin actualizar el blog, hoy toca comentar una película que vi hace ya algunos meses y que me sorprendió bastante, aunque parecía que tenía un argumento bastante tópico.
"An Education" (también conocida como "Educación para la vida") fue una de las sorpresas de la anterior edición de los Óscar, donde aparecía nominada para mejor película, aunque finalmente no ganó ningún premio. Se trata de una película de bajo presupuesto británica (producción de la BBC), pero con la típica buena factura y acabado de las películas inglesas. Basada en el libro autobiográfico de la periodista inglesa Lynn Barber, trata una serie de temas bastante comunes, pero muy interesantes. Básicamente, la trama consiste en describir el último año de Colegio de una chica de 16-17 años (Jenny) antes de entrar en Oxford y contar los diferentes caminos que se le abren en su (posible) nueva vida, sobre todo a raíz de conocer a un hombre de más de 30 años con el que empieza a salir.
Aparte del obvio y tópico tema relativo al paso de la adolescencia a la madurez, la película vale la pena verla por la buenísima reconstrucción de la Inglaterra de los años 60 "pre-Beatles", un país aún pobre tras la segunda guerra mundial en el que empezaba a cambiar la sociedad tradicional, pero que todavía estaba atado a viejas costumbres en cuanto al papel de la familia o de las mujeres en la sociedad. En este sentido, se establece una interesante comparación entre un país que había dejado de ser el mismo después de la guerra y el cambio de Jenny antes de entrar en la universidad y dejar la casa de sus padres.
Sin embargo, y con esto no quiero decir nada más sobre el argumento ya que la película vale la pena verla, lo mejor de la película sea la descripción del (todavía) ambiguo papel de las mujeres en la sociedad de mediados del siglo XX; ya se les había reconocido formalmente la igualdad de derechos y el acceso a la educación, pero las convenciones sociales seguían reservándoles un papel bastante limitado en la realidad, así que ¿para qué estudiar mucho si sólo se podía acceder a ser maestra de escuela o a casarse?. En fin, tal vez la mayor moraleja de la historia es que la felicidad puede que no exista, pero lo más cercano a alcanzar la misma sea no rendirse ni perder la esperanza en encontrarla algún día.
En cuanto al plano técnico y de actuación, destacar las interpretaciones de la protagonista Carey Mulligan (Jenny), una actriz a seguir, y su profesora (Miss Stubs), Olivia Williams, que hace un papel bastante complejo, como veréis, en cuanto a reflejar el duro camino de una mujer que optaba a finales de los años 50 por vivir independiemente.
Por último, la banda sonora es buenísima (se puede encontrar en Spotify)
Bueno, si alguien lee esto, espero que lo vea y le guste la recomendación. A pesar de que, por el comentario que he hecho la película parezca un drama, es una comedia ya que tiene un tono irónico muy conseguido



lunes, 12 de abril de 2010

El factor humano

El último libro que acabo de leer, "El factor humano" ("Playing the enemy") de John Carlin, es un libro que se encuentra muy de actualidad por haber servido de base para la película"Invictus" de Clint Eastwood protagonizada por Morgan Freeman en el papel de Nelson Mandela. En primer lugar decir que, aunque no haya visto la película, se trata del típico libro que parece diseñado para su adaptación cinematográfica (tema de actualidad, personaje histórico/carismático e historia con mucha moraleja). Esto no quiere decir que estemos ante un mal libro ya que el estilo periodístico en el que está escrito (de hecho, John Carlin es periodista) hace que su lectura sea rápida y amena. Sin embargo, salvo por un par de momentos realmente memorables y muy logrados, el libro podría ser perfectamente coyuntural, siendo la típica literatura de temporada de fácil lectura, cuya venta se dispara mientras la película que lo adapta esté en cartelera.

La historia básicamente cuenta los últimos años en la cárcel de Nelson Mandela, su negociación con el aparato del Estado Sudafricano durante el aparhteid, la subida al poder de Mandela después de las primeras elecciones plenamente democráticas en su país y el campeonato del mundo de Rugby de 1995 en Sudáfrica, que tuvo lugar en una época de gran división social y política en el estado post-apartheid (Nelson Mandela fue elegido presidente en 1994).

En cuanto a los malos, o más bien mediocres o dudosos puntos de libro, hay que decir que es "demasiado bonito", es decir, aunque en el epílogo se menciona (brevemente) que Sudáfrica todavía es una nación con grandísimos problemas sociales, económicos y en el que el enfrentamiento de razas no ha sido, ni mucho menos, superado, el "happy end" es total y un poco, a mi entender empalagoso. A pesar de que Nelson Mandela es una figura política e histórica indiscutible está demasiado idealizado y creo que se pasan por alto (aunque son mencionados brevemente) muchos aspectos de su pasado un tanto sombríos, como su utilización del terrorismo, los enfrentamientos dentro de su partido con violencia incluida, o la turbia figura de su ex mujer Winnie Mandela, por no hablar de su cercanía al comunismo. Sin embargo, esto es comprensible ya que el libro no pretende ser objetivo, rozando la hagiografía en muchas ocasiones y caricaturizando a los oponentes políticos blancos de Mandela que, poco más o menos, aparecen a menudo como marionetas del protagonista que es un héroe idealizado, lo que no quita que Mandela por meritos propios reduzca a los De Klerk, Botha y compañía en los libros de Historia a personajes secundarios en comparación suya.

Como muestra de los problemas que sigue atravesando Sudáfrica, este fin de semana apareció en la prensa que uno de los protagonistas del libro, Eugene Terreblanche, lider terrorista de la extrema derecha blanca (y supuestamente redimido) había sido asesinado por dos radicales negros, habiéndose producido en su funeral una demostración de fuerza de la extrema derecha neonazi. Así que Sudáfrica, a pesar de que Mandela tuvo la sabiduría de no atizar aún más los odios raciales, evitando asñui una nueva Yugoslavia o un nuevo Zimbawe, no está libre de radicalismo, habiendo emigrado en los últimos años más de un millón de blancos por la situación de violencia existente y, a veces, la vista gorda que hacen las autoridades del partido en el poder (el Congreso Nacional Africano) frente a dichos ataques.

En cuanto a los buenos puntos que ofrece la lectura del libro se consiguen con la descripción de cómo el equipo de Rugby de Sudáfrica (los springboks, segundo mejor equipo del mundo después de Nueva Zelanda) consigue catalizar a todo un país haciéndole olvidar todos los problemas que existen en ese momento. Se trata de uno de esos momentos mágicos en lo que todo es perfecto, en el que los enemigos se abrazan y los blancos, por ejemplo, no tienen miedo de pasar por un barrio negro. Y más mérito tiene aún esto en Sudáfrica, país donde (todavía) el Rugby es el deporte de los blancos (y concretamente de los Afrikaans, los creadores del apartheid) y el fútbol el de los negros. Está también especialmente logrado la descripción de cómo personas sencillas como los jugadores de la selección de rugby asumen la responsabilidad de convertirse en un símbolo nacional de reconciliación y asumen una responsabilidad política haciendo cosas tan sencillas como simbólicas como aprenderse en un par de días el nuevo himno nacional en Xhosa (lengua mayoritaria en sudáfrica), cuando, siendo los prototipos del poder blanco sobre el negro, eran Afrikans de casi dos metros sobrealimentados, hacen este guiño a la mayoría del país.

Para cualquiera que haya estado en un Estadio de fútbol, sabrá que ahí se puede ver lo mejor y lo peor de un ser humano. En el caso de la la copa de rugby de 1995, ocurre los primero. En "el Factor Humano" el deporte había sido un símbolo de separación entre razas, siendo el rugby la bandera de la sudáfrica blanca racista, pero una serie de inteligentes guiños lo convirtieron en un factor de unión, al menos en el mágico momento de la final de la copa del mundo, de una nación. Los blancos vieron como cuarenta años de boycott deportivo desaparecieron, mientras que la población negra vio como la selección de rugby (casi) blanca aceptaba muchos de los emblemas culturales de la mayoría racial del país.

En definitiva, un libro entretenido para quienes les guste la política y la forma inteligente de hacerla, en la que las partes tienen que ceder algo y hacer muchos gestos simbólicos de conciliación al "enemigo". Como ejemplo de esto, el himno de sudáfrica actual está cantado en Xhosa, holandés (afrikaans) e inglés y, el mejor momento de la historia, y que seguro que Clint Eastwood ha sabido reflejarlo muy bien en la película ya que es muy cinematográfico: como tras una campaña de publicidad por la radio se consigue convertir una canción de jornaleros pobres negros ,el Shosoloza, en el himno extraoficial de la selección, haciendo que incluso los seguidores radicales blancos ( boers Afrikans vestidos de leñador, comedores de salchichas y bebedores de coca cola con coñac) lo cantaran llenos de emoción en el estadio de la final de la copa del mundo.



viernes, 19 de marzo de 2010

500 días juntos (500 days of summer)

Hoy toca comentar una película independiente y pequeña, pero cuyo principal merito es ese precisamente. "500 días juntos" (500 days of Summer) cuenta una historia sencilla que podría haberse quedado "camuflada" entre las muchas comedias románticas "made in usa" (y alguna "made in spain", también) que llenan las carteleras año tras año. Sin embargo, como bien dice el cartel de la película "Esta no es una historia de amor, sino una historia sobre el amor". Comenzando con los títulos de crédito con un ácido "Este es un trabajo de ficción, cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia, ....especialmente contigo Jenny Beckman,....zorra", ya prevemos que el final no será "feliz", sino más bien real como la vida misma. La historia en cuestión es sencilla, Tom, el protagonista, conoce a una chica, Summer y empiezan, después de un tiempo del primer encuentro, a salir juntos. La película contará, siguiendo un orden no cronólogico, la historia de esos 500 días de relación en los que Tom lo pasará más mal que bien con Summer, que al contrario que él no es una chica para nada romántica, sino de lo más pragmático y con los pies en el suelo.

Lo mejor de la película, aparte de lo bien contada que está (a destacar por ejemplo la escena de la fiesta en casa de Summer en el que la pantalla se divide en dos mitades, una con las expectativas-románticas- de Tom y otro con la cruda realidad de lo que ocurre), es lo bien que se sabe reir de los convencionalismos que la sociedad (mediante la música o el cine, por ejemplo), nos ha introducido sobre el amor. Tom tiene una idea demasiado romántica e idealista sobre el amor que le viene de, como dice el narrador en la película, de haber escuchado demasiado pop británico (los Smiths y sus melancólicas canciones tienen una parte más que fundamental en la peli). Tom piensa que no será nunca realmente feliz hasta que llegue "ella", la mujer de sus sueños a la que, por supuesto, tiene más que idealizada. Es un sufridor y ha nacido para sufrir y que le hagan sufrir y que, además, cree en el amor a primera vista. Así, el estribillo de la canción de los Smiths "Please, please, let me get what I want (this time)" (por favor, déjame conseguir esta vez lo que deseo (por una vez)) nos dice que es una persona sentimentalmente insatisfecha tanto si no consigue estar con la mujer que quiere, como si la consigue y luego le deja, ya que entrará (y entra) en una espiral de melancolía porque siempre intentará recuperala. O al menos eso es lo que se supone que hay que hacer en las reglas del amor fijadas socialmente. Summer, por otro lado, tiene los pies en el suelo y desprende una gran confianza, lo que probablemente le haga muy atractiva (aparte de que está buena, lo sabe y lo utiliza)

Sin embargo, lo importante (y la moraleja) de esta historia es que nadie sabe absolutamente nada del amor y que no hay reglas escritas. Todo depende del azar y del momento y por mucho que se proponga uno las cosas no tienen por qué salir como en las películas. En cierto modo, y esto es un tanto pragmático, hay que saber nadar y guardar la ropa y tener en cuenta que a la primera persona que hay que querer es a uno mismo y que, hasta que no nos sintamos safisfechos con nosotros (hasta que no sintamos un verdadero amor propio por nuestra persona) es difícil que podamos atraer a alguien de forma duradera. En fin, hay que saber estar preparado para todo tipo de desengaños y consolarse pensando, como ocurre finalmente en esta historia, que de las grandes crisis puede salir alguien reforzado y más sabio. Cuando se empieza una relación no se sabe realmente cómo es esa persona ya que es muy posible que se la idealice y no la conozcamos realmente hasta que pase cierto tiempo después. Como muestra, ahí queda la imagen que tiene de Summer durante su relación y cómo queda después de que pase el mal trago.

En resumen, una película muy buena porque todo está contado con mucho sentido del humor y sin quitar seriedad a los temas de los que se habla. Muy recomendable tanto si se está saliendo de un desengaño sentimental como si no, para aprender de cara al futuro.

También "500 días juntos" muestra a las mujeres no como malas, pero como seres bastante incomprensibles, por lo menos desde el punto de vista masculino. De hecho, coincido en que suelen tener la mayoría un punto de crueldad,... tal vez sea que son en el fondo vanidosas y les gusta especialmente sentirse deseadas,...en fin si veis la peli, se comprende fácilmente,...

La vida da muchas cornadas y dentro de las peores están las del corazón. Tal vez la mayor enseñanza de la peli es que en el amor no sólo debe intervenir el corazón, sino que la cabeza también debe tener un sitio.... De todos modos arriesgarse vale la pena, ya que puedes encontrar a una persona que valga la pena para toda (o gran parte de tu vida) o estrellarte y aprender para la siguiente.


En tierra Hostil (The hurt Locker)






Para compensar todo el tiempo que he estado sin "cuidar" este blog, vale la pena comentar brevemente una de las mejores películas que he visto en los últimos meses y que, espero, se convierta en un pequeño clásico con el paso del tiempo. Se trata de la película "En tierra hostil" (The hurt locker) de la directora Americana Kathryn Bigelow. En primer lugar, me llama mucho la atención la coherencia de esta película con el resto de su filmografía. Por citar sus películas más conocidas y similares al la temática y al tono en "Tierra hostil", nos encontramos con "Le llamaban Bhodi" (Point Break), "Días extraños" ("Strange Days") o la más reciente "K-19" ("K 19, The widow maker"). De todas estas películas llama la atención que son enteramente masculinas, apenas hay personajes femeninos ( en "K 19" y en "En tierra hostil" no hay ninguno, salvo referencias en la distancia a las mujeres de algunos de los protagonistas). Es especialmente interesante lo bien que comprende Kathryn Bigelow el mundo de los hombres: así, lo describe como un ambiente de camaradería, fidelidad y rudeza (al menos externa). De esta manera, los soldados de "En tierra hostil" después de cada misión se emborrachan, oyen "Ministry" a todo volumen y se pelean hasta caer insconcientes, pero son capaces de dar sus vidas por el compañero y se emocionan al hablar de sus novias y mujeres o de los hijos que tienen o piensan tener con ellas.Por otro lado, lo que más me gustó de esta película, es que trata sobre elegir un camino que de sentido a tu vida o, al menos, de acallar los monstruos interiores que cada uno tenemos. El protagonista es un sargento especialista en desactivar bombas del ejército americano. Es destinado a Irak como jefe de un equipo que acaba de perder a su anterior oficial especialista en un atentado terrorista. Al contrario de los otros miembros de su equipo el sargento William James es un "yonki" de la adrenalina que disfruta con su trabajo y con el riesgo. El resto del grupo cuenta los días para volver a casa sanos y salvos, mientras que William, aunque tiene familia, no lo ve tan claro, y parece que su verdadero hogar es su catre y el Humvee con el que van a sus misiones. A pesar de ser un friki, sus compañeros van cogiéndole cariño poco a poco por ser una persona honesta, valiente, con corazón y, en cierto modo, admirable por la profesionalidad y devoción que tiene hacia su trabajo. Siempre conviene tener a un buen profesional a tu lado, aunque sea un capullo que disfuta con el peligroSin embargo, "En tierra hostil" es mucho más que una buenísima película de acción que tiene pegado al asiento durante dos horas: es una historia sobre la busqueda del sentido de la vida, sobre si debemos decir basta cuando creamos que hemos llegado a nuestro destino, o si nuestro destino vital llegará algún día. El sargento James está recorriendo un camino hacia algún sitio, pero no sabe dónde. Su tragedia en la película es que un Ulyses que quiere llegar a Itaca en un viaje lleno de peligros. Cree que al final le espera la felicidad, es decir, su casa donde le esperan su mujer y su hijo recién nacido, pero ¿y si eso no es su destino?. Se trata, de un personaje trágico, pero grandioso. Trágico porque tal vez nunca encuentre el final del camino ( o este sea la bomba que le acabe matando) y grande porque tiene un fuego en su interior que le obliga a buscar constantemente un objetivo vital que valga la pena, siendo su trabajo el medio que le sirve para mantener la cordura. Realmente pocos personajes que valgan la pena en la historia (artistas, políticos, jefes etc...) se han sentido satisfechos con lo que hicieron, incluso cuando consiguieron hacer cosas realmente grandes).Por último, cuando vi esta película me acorde de este poema de Kavafis, que es uno de mis favoritos:



Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

I bombed Korea de los Cake



Siguiendo con la entrada anterior os dejo con la canción de los "Cake" que tiene que ver bastante con el libro de James Salter "Pilotos de Caza". Los pilotos no son héroes ni estrellas de cine, sino que, como otros, sólo hacen su trabajo. Os dejo con la letra:

I Bombed Korea
I bombed Korea every night.
My engine sang into the salty sky.
I didn't know if I would live or die.
I bombed Korea every night.

I bombed Korea every night.
I bombed Korea every night.
Red flowers bursting down below us.
Those people didn't even know us.
We didn't know if we would live or die.
We didn't know if it was wrong or right.
I bombed Korea every night.

And so I sit here at this bar.
I'm not a hero.
I'm not a movie star.
I've got my beer.
I've got my stories to tell,
But they won't tell you what it's like in hell.

Red flowers bursting down below us.
Those people didn't even know us.
We didn't know if we would live or die.
We didn't know if it was wrong or right.
We didn't know if we would live or die.
I bombed Korea every night.

jueves, 18 de marzo de 2010

"Pilotos de caza" de James Salter

Después de bastante tiempo sin actualizar este blog, volvemos con un libro especialmente bueno, aunque, por desgracia no muy conocido en España. Se trata de "Pilotos de Caza" ("The Hunters" en el original) del autor norteamericano James Salter. James Salter ha sido comparado por algunos críticos literarios con Hemingway y, en cuanto a sus descripciones sobre el mundo de la aviación, con Saint de Exupery. De hecho, James Salter fue piloto de caza durante la Guerra de Corea llegando a un derribar un Mig, dañando a otro.

Como es fácil de imaginar, "Pilotos de Caza" es un libro basado en esta experiencia del autor como piloto de combate, pero es un libro que va mucho más allá de una simple historia de guerra. De hecho, quitando las excelentes descripciones de patrullas aéreas y el sentido lírico que el autor da a volar, la historia podría haberse enmarcado dentro de cualquier otra profesión que no fuera la de piloto. Aunque este libro lo leí hace unos cinco años, me he acordado de el últimamente después de haber visto "En Tierra hostil" ("The Hurt Locker", la película ganadora al oscar este año porque ambas historias tratan sobre personas dedicadas en cuerpo y alma a su profesión, que es lo que da realmente sentido a sus vidas, aunque por motivos un poco diferentes.

La historia de "Pilotos de Caza" se centra en el Capitan Clive Connell, un piloto profesional e hijo de un militar de prestigio . Tiene fama de buen piloto y una excelente preparación, pero nunca ha entrado en combate, al haber estado durante la II Guerra Mundial en una situación de no apto por enfermedad. Después de más de siete años en la Fuerza Aérea, con poco más de treinta años, su carrera como piloto de caza está acabando y la Guerra de Corea será la última oportunidad para entrar en combate y convertirse en un As. Una vez en Córea se hace cargo de un ala de combate y todos esperan mucho de él, sin embargo los días van pasando y los derribos no llegan y, por otra parte, pilotos más novatos que él sí los consiguen, lo que va minando su autoridad y confianza.... Esta situación le irá llevando a una espiral de dudas y autodestrucción que pondrá a prueba la pasión que siente por su profesión,...

Lo cierto es que el libro, del que no voy a contar nada más para no estropear el final de los que se lo quieran leer, plantea una cuestión muy interesante: ¿Vale la pena dedicar esfuerzo e ilusión a algo, cuando no obtengo resultados? ¿Habré elegido la profesión correcta?, ¿Por qué muchas veces no se consigue en la vida lo que se quiere cuando uno se esfuerza al máximo y se desea con todo el alma? ¿Por qué sufrir por algo de lo que no consigo sacar nada? En fin, el libro no es como esas películas en las que el chico bueno se supera a sí mismo, se convierte en el mejor y consigue, además, a la chica más guapa. Es algo intermedio, más parecido a la realidad: Al final lo importante es hacer lo que a uno le gusta pase lo que pase y encarar los problemas. Siempre habrá un resultado (sea cual sea) y habrá que estar allí para verlo, aunque sea a 9.000 metros de altura, en la frontera entre las dos Coreas, como le ocurre al protagonista del libro. Si no estuviéramos allí, siempre lamentaríamos haber perdido la parte más importante de nuestras vidas, ya sea para bien o para mal.

Por último, os dejo con una entrevista que apareció hace algún tiempo en "EL PAIS" a James Salter. Se titula "Un Mig para James Salter" y de ella me ha gustado especialmente la siguiente frase del Autor (que creo que le gustaría bastante a Pérez Reverte):

"Todo es un disparate, menos el honor, el amor y lo poco que conoce el corazón" "Feeling of courage. Great Desire to live on" (El sentimiento del valor. Gran Deseo de seguir viviendo")

Espero que disfrutéis este libro y a este autor que vale mucho la pena, tanto si es gusta el mundo de la aviación como si no.